Hoy os traemos una historia de superación de barreras, constancia y esfuerzo. Se trata de una mujer a la que le negaron poder practicar su pasión, pero insistió hasta conseguirlo. Ella es Rosa Bonet.
A finales de los años 70 Rosa decidió inscribirse en un cursillo para obtener el carnet de árbitro de fútbol. Se le negó la inscripción con la razón de que no ponía nada en los estatutos sobre la participación de mujeres en el arbitraje. Tuvo que acudir al presidente del Colegio de árbitros, quien intentó disuadirla de su decisión, advirtiéndole que podían pegarle o incluso violarle. Ella insitió en su empeño y consiguió entrar al cursillo. Una vez dentro del curso incluyeron unas pruebas prácticas con las que intentaban hacer desistir a Rosa. En 1980 por fin consiguió su ansiado carnet, convirtiéndose en la primera mujer árbitro de España, y comenzó a arbitrar, aunque sólo la dejaban arbitrar en partidos infantiles y juveniles. Tras ocho años admitieron que pasara a arbitrar partidos de Tercera Regional.
Así, Rosa Bonet fue una pionera en el deporte. Su empeño la ayudó a conseguir lo que quería, a pesar de las trabas que le fueron poniendo por el camino, sólo por ser mujer. Porque ella es una Mujer Extraordinaria.
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