viernes, 16 de marzo de 2018

Cómo gestionar pensamientos y emociones

Buenos días, Mujeres en Línea.

El viernes pasado hablábamos de cómo podemos reflexionar sobre nuestros pensamientos y acciones sin generar unos pensamientos rumiativos y perjudiciales. Hoy continuamos con el proceso: aprenderemos cómo gestionar los pensamientos y emociones de forma que no nos intoxiquen.

La semana pasada os recomendamos unas pautas para deternos y analizar cuidadosamente los pensamientos que nos asaltan de forma automática. No resulta sencillo pues, como todo lo que se califique de automático, tiene lugar sin que nos demos cuenta. Hoy nos vamos a concentrar en qué hacer cuando esos pensamientos automáticos son negativos o perjudiciales para nosotras mismas.

Los pensamientos negativos a menudo traen consecuencias perjudiciales: nos impiden movernos hacia objetivos, realizar planes, o actuar de cierta forma; en definitiva, nos limitan. Os proponemos un pequeño ejercicio para cambiar estos pensamientos limitantes:

  • Selecciona una situación que te genere pensamientos negativos.
  • Analiza la situación de forma objetiva, es decir, dejando a un lado las opiniones, juicios de valor y conjeturas propias. Como vería la situación alguien de fuera.
  • Analiza cuáles son tus preocupaciones, suposiciones, creencias... respecto a esa situación.
  • ¿Qué emociones te producen esos pensamientos, preocupaciones, suposiciones, creencias...?
  • Pregúntate si esas preocupaciones, suposiciones, creencias... tienen alguna base objetiva, algún hecho que las argumente o, si por el contrario, carecen de valor objetivo.
Si practicamos estos pasos de forma continuada y sin engañarnos a nosotras mismas, seremos capaces de eliminar muchas creencias limitantes y de seleccionar los pensamientos que queremos que nos llenen en cada momento, dejando ir los peores y quedándonos con los que nos hacen sentir mejor. ¡Animaos a hacerlo!


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