Hoy dedicamos este espacio a un grupo de mujeres y, concretamente, a la mujer que las lideraba en su lucha. Ella es Encarnación Sierra, una de las cigarreras de Lavapiés, que protagonizaron las luchas por sus derechos como trabajadoras en 1885.
A finales del siglo XIX las fábricas de tabaco estaban en auge en España y la mayoría de las personas que trabajaban en ellas eran mujeres. Mujeres obreras que desafiaban el estereotipo imperante de mujer sumisa y relegada al hogar, ellas consiguieron mejorar sus derechos laborales mediante huelgas. Encarnación Sierra lideró el motín de 1885 en la fábrica del barrio de Lavapiés, cuando al grito de "¡Arriba, niñas!", las obreras se alzaron en lucha para evitar que las máquinas les quitaran el trabajo. Algunas cigarreras resultaron heridas y muchas fueron encarceladas, pero consiguieron hacer historia en España.
Encarnación lideró la lucha de las cigarreras por sus derechos laborales. Consiguieron establecer espacios en su lugar de trabajo donde poder dejar a sus hijos, con cunas y camas. Más tarde, durante la Guerra Civil Encarnación, junto con otras compañeras, se dedicaron plenamente a la lucha del feminismo y contra el fascismo.
Por degracia la historia de las cigarreras es invisible hoy en día. Por ello, hoy las recordamos y recordamos su grito: ¡Arriba, niñas! Porque todas ellas son Mujeres Extraordinarias.
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